Behold The Lamb y su traducción al español, Ese es el Cordero, son propiedad intelectual de Dios. Dios es verdad, fuente de toda verdad, y desea que sus criaturas — a quienes dio la capacidad de conocer la Verdad — conozcan la Verdad. Todo cuanto es verdad pertenece a Dios, y también, mediante Dios, a la humanidad. La Verdad es un regalo de amor (ágape) para todos nosotros, los seres humanos. Solamente se le considera propiedad privada, y no la propiedad en
común de toda la humanidad (por ser fruto del esfuerzo de todos los seres humanos), cuando la secuestran personas violentas, codiciosas y egoístas para dominarla y con ello aumentar su poder y su riqueza a expensas de sus hermanos y hermanas — y a expensas también del Plan Divino de su Padre Eterno. Objetivamente, la única p